La neblina oscurece el viento
oscurece el sol
no veo nada en la marea del abismo
no veo nada en la arena del adiós
Oscurecida noche se tuerce en veredas
en tuneles,
en puentes rotos,
las llantas resbalan por la brea helada
seguimos las luces sin saber donde estamos
seguimos las luces sin saber quienes somos
Te sigo en la espuma humareda del desierto azul
te tomo de la espalda como un caballo salvaje
tu lomo salpica sangre y pus
pero no lo suelto, como un caballlo agonizando
con mis ojos reventándose de frío
No pensé llegar aqui, no pensé tardar tanto
eramos criaturas silvestres
caminamos en una y otra dirección
espero no sea tarde,
espero no sea el adiós
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